El Cuerpo Humano y el Sonido 

El oído humano está capacitado para percibir sonidos cuya frecuencia se encuentran entre los 20 Hz y 20.000 Hz y transformarlo en sensaciones auditivas. Estos límites pueden variar según factores biológicos como la edad, algunas enfermedades, o malformaciones del oído.

En el útero, nuestra capacidad de oír se desarrolla alrededor de las 18 semanas, lo que lo convierte en uno de los primeros sentidos en desarrollarse. Al final del segundo trimestre, las investigaciones han demostrado que el feto responde específicamente al sonido de la voz de la madre. Los médicos y los trabajadores de los hospicios especulan que, en los últimos momentos de la vida, los sentidos se van uno a uno, siendo el oído el último en desaparecer, por lo que se nos aconseja seguir hablando con nuestros seres queridos incluso después de que parezca que ya no lo saben. El oído es, de esta manera, uno de nuestros primeros y últimos modos de conexión.

Aunque los sonidos que podríamos imaginar son algo como voces, ruidos o música, desde una perspectiva de física pura, el sonido es silencioso. Cuando experimentamos el sonido, lo que realmente sucede es que las vibraciones están pasando a través de la materia, ya sea un gas, un fluido o un sólido, en forma de onda.

Incluso los seres humanos, somos emisores y receptores de esa música interna, que muchos llaman “vibraciones o vibra”. Piensa en ello como un resorte estirado entre dos personas: si una persona da un empujón a su extremo, el resorte se ondula hacia adelante hasta que llega a la otra persona, luego rebota hacia atrás, continuando una y otra vez.

La Resonancia (Frecuencias y Vibraciones)

Todo en el universo tiene una vibración molecular, nada está en reposo, todo se mueve, vibra y circula en distintas «frecuencias» que se comunican entre sí. Y el cuerpo humano no es la excepción, puesto que es muy sensible a las vibraciones cuya frecuencia, amplitud y duración tendrán un impacto en el sistema inmunológico.

Los órganos del cuerpo están cada uno sintonizados a una frecuencia específica, así como todo el cuerpo que tiene su propia frecuencia. Imaginemos que nuestro cuerpo y cada parte minúscula de él, como podría ser el átomo, son un grupo de concertistas tocando conjuntamente música generando frecuencias.

De hecho, el Dr. Winfried Otto Schmann (1888-1974), descubrió en el año 1952, la “Resonancia Schumann”, la cual explica que la Tierra actúa como un enorme circuito eléctrico, que emite un conjunto de frecuencias electromagnéticas extremadamente bajas, que nos conectan a todos los seres humanos con ella. La Resonancia es el fenómeno que se produce al coincidir una frecuencia interna con una frecuencia externa.

Los seres humanos tenemos una vibración única generando un campo de energía con una determinada frecuencia, y cuando sentimos o pensamos de cierta forma vamos creando ondas que se extienden a través del espacio y del tiempo. Esto hace que nos relacionemos con personas que nos complementan o atraemos experiencias acordes con nuestro inconsciente, porque existe una resonancia parecida o igual (Ley de la resonancia o de la atracción).

Al final todos emitimos energía, ésta hace que los átomos y las moléculas del cuerpo humano estén en movimiento, dándole VIDA a nuestro cuerpo físico.  Por esta razón, debemos cuidar nuestro campo energético porque si existen emociones negativas, el cuerpo físico sufrirá malestares y a veces esto se genera de manera inconsciente.

¿Qué es la Sonoterapia?

La terapia de sonido es el proceso en el que un terapeuta de sonido utiliza la música (incluyendo lo emocional, psicológico, espiritual, físico, social y mental) para mejorar la salud de su paciente.

La terapia de sonido mejora muchas facetas de la vida del paciente, incluyendo el desarrollo emocional y social, el funcionamiento cognitivo y motor, y la salud psicológica y psiquiátrica.

La terapia de sonido ocurre de varias maneras. Los pacientes escuchan o cantan, improvisan actos musicales, meditan, o tocan instrumentos musicales. Algunos profesionales someten al paciente a sonidos específicamente elaborados para inducir ondas cerebrales positivas.

Casi todo lo que experimentamos en el universo es simplemente nuestra percepción de las ondas. Cuando las ondas sonoras llegan a nuestros oídos, se convierten en señales eléctricas que viajan por el nervio auditivo hasta la corteza auditiva, la parte del cerebro que procesa el sonido. Una vez que las ondas sonoras llegan a nuestros cerebros, desencadenan respuestas en nuestros cuerpos.

Estudios neurológicos, han demostrado que escuchar música nos hace más productivos y creativos. Puede aliviar el estrés y mejorar nuestro estado de ánimo, esto se debe a que escuchar música inunda nuestros cerebros con dopamina. También libera oxitocina, un analgésico natural, y una hormona que nos permite vincularnos con los demás. De hecho, la oxitocina se encuentra más comúnmente en las madres durante el parto.

¿Para qué sirve la Sonoterapia?

Cuando consideramos las formas en que hemos evolucionado para ser gigantescos conductores de sonido, nuestra piel, huesos, oídos, así como el agua, que constituye un gran porcentaje de nuestros cuerpos, todos recogen ondas sonoras, tiene sentido que tanto las vibraciones inaudibles como las audibles tengan un profundo efecto en nosotros.

Si una vibración en el ambiente resuena con la antena del receptor, altera las cargas de las proteínas, causando que la célula cambie de forma. Se trata de un descubrimiento impresionante, dado que los defectos en el cilio primario se han relacionado con enfermedades tan diversas como la artritis, la enfermedad renal poliquística, la obesidad, la insuficiencia cardíaca y el cáncer.

El sonido facilita la conexión tanto con los demás como con nosotros mismos, y la naturaleza humana es lo busca. A diferencia del trabajo energético, que es invisible para nuestros ojos, pero sus efectos pueden ser percibidos por algunos, la Sonoterapia se oye y se siente a la vez. En un mundo que a veces puede llegar a ser caótico, debido a las constantes demandas de la vida moderna, un número mayor de personas están buscando un significado, un propósito y una intención en su vida, por eso están recurriendo a la Sonoterapia, como medicina alternativa que genera una sensación profunda de paz.

Una disminución de la atención debilita la conexión con uno mismo y con los demás, volver a conectarse con el lugar, la gente y los sonidos a su alrededor es un suspiro de alivio para el sistema nervioso. Sin duda, estos son algunos de los aspectos más buscados de cualquier viaje hacia la salud y el bienestar. La Sonoterapia demuestra un profundo poder curativo mediante la sincronización de las funciones internas del cuerpo con el entorno exterior, y la importancia de este tipo de experiencias.

Investigaciones recientes sobre el efecto de la terapia de música de grupo en mujeres que están en rehabilitación por drogadicción encontraron que facilitaba sentimientos de «catarsis, autocomprensión, cohesión de grupo e instalación de la esperanza”.

Aunque la medicina del sonido, tal y como la practicaban los antiguos, está empezando a resurgir en la medicina moderna, todavía no hemos abrazado la capacidad y el dinamismo del cuerpo y el espíritu humanos. Sin embargo, si podemos sintetizar la práctica basada en la evidencia de la medicina occidental con los conceptos metafísicos de las culturas antiguas y la medicina alternativa, seremos recompensados con descubrimientos sorprendentes.

Beneficios de la Sonoterapia

La música siempre se ha usado como herramienta de curación a lo largo de la antigüedad con raíces en la ceremonia religiosa, la poesía mitológica y a través del linaje real. Entonces podemos decir que, el sonido es un fenómeno que ha acompañado al hombre desde sus inicios, sin embargo, el interés de la humanidad sobre el sonido ha resultado en el estudio sobre las ondas, frecuencias y vibraciones.

Investigaciones recientes muestran que captamos tanto el sonido audible como el inaudible hasta un nivel celular: En 2015, los investigadores de ingeniería biomédica de la Universidad de Columbia publicaron un estudio sobre el descubrimiento innovador de que las estructuras similares a antenas, que contienen un conjunto de proteínas en nuestras membranas celulares, llamadas cilios primarios, reciben y responden a campos de energía vibratoria como el sonido, la luz y las radiofrecuencias.

Y si esta estructura es de hecho receptiva a tales frecuencias vibratorias, la implicación es que las ondas de sonido pueden tener la capacidad de reformar las estructuras celulares de una manera que podría ayudar a tratar enfermedades. Estudios científicos confirman la relación directa entre el sonido ambiental y nuestra salud fisiológica.

Esta idea ha sido transmitida a través de la historia por muchas culturas – antiguos egipcios, aborígenes, monjes tibetanos, chamanes nativos americanos y maestros védicos entre ellos. Estos grupos han utilizado de forma variada cantos, mantras, canciones e instrumentos musicales para restaurar las frecuencias vibratorias del cuerpo y la mente.

El beneficio de la sonoterapia a nivel físico tiene mucho que ver con el nivel de presencia y la relajación que puede experimentar una persona en un corto periodo de tiempo. Es como si cada célula del cuerpo despertará y se alegrara porque finalmente se le ha puesto atención. De ahí que se considera que es una forma de autocuración, ya que el sistema inmunológico se ve fortalecido porque la persona está poniendo atención plena a su presencia, donde existe un mundo de posibilidades para iniciar una sanación a nivel de consciencia.

La mente del ser humano se refuerza enormemente, al estar atento a su presente, por lo que la Sonoterapia es una oportunidad de entrar en el canal de comunicación abierta y sincera con uno mismo, centrándonos en el aquí y ahora. Explorar mediante la introspección aquello que está provocando sensaciones de baja frecuencia vibratoria, que al persistir pueden afectar el campo de energía del cuerpo y generar enfermedades a nivel mental como el miedo, la ira o la depresión.

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Tipos de Sonoterapia

Meditación y Mantras

La Meditación y los Mantras, posiblemente sean los más conocidos, y lo increíble es que solo necesitas la voz como un instrumento para sanar. El mantra que significa liberación de la mente, es una palabra sánscrita que tiene como objetivo relajar e inducir a un estado de meditación en quien canta o escucha, un ejemplo, es el OM, uno de los mantras más sagrados.

La meditación tiene muchos beneficios de salud, neurológicos y psicológicos. Cantar mientras meditas, o decir ciertos mantras o oraciones, mejora el sueño, baja la presión sanguínea, mejora nuestro humor, la respiración y la circulación, calma la mente y reduce el estrés. O bien, puedes optar por las meditaciones guiadas, en las que vas escuchando instrucciones para relajarte y reflexionar sobre ciertas emociones que te afectan.

Cuencos Tibetanos

Los Cuencos Tibetanos son recipientes metálicos elaborados a mano. Se conocen con diferentes nombres y desde hace muchos siglos se fabrican en países asiáticos, como Nepal, Tíbet, Japón y China, así como en el subcontinente indio.

Los Cuencos Tibetanos emiten un sonido característico y relajante, que inducen a un estado de calma y relajación a través de las ondas vibracionales. Su sonido proporciona paz y claridad mental, a la vez que promueven un estado de consciencia más elevados. Ejercen una acción directa sobre la glándula pituitaria, la cual tiene como función principal regular las demás glándulas endocrinas que producen diversas hormonas que afectan partes específicas del organismo y la sonoterapia ayuda a equilibrar los desórdenes en el sistema endocrino.

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Baño de Gong

El Gong, instrumento ancestral con origen en la edad de Bronce, es una perfecta fuente de resonancia que produce múltiples tonos en un espectro continuo de sonido. Las ondas que se producen al tocar el gong te ayudan a purificarte del estrés y los problemas cotidianos. Por eso se llama «Baño de Gong«, porque baña cada célula de tu cuerpo en sus relajantes tonos.

El sonido del Gong estimula para recuperar un estado de armonía con el resto del cuerpo y con la vibración primaria de la que todo se origina. No es por casualidad que el sonido se parece mucho al mantra OM.

Diapasones

Los diapasones emiten sonidos puros que son representados como puras ondas sinusoides (oscilación repetitiva y suave), sin ningún armónico. Sus armónicos, aunque existen, son muy débiles y se diluyen después de  unos segundos, dejando toda la energía sonora y vibracional para transmitirse a través de la nota fundamental del diapasón. Esta frecuencia queda estampada en el cuerpo de cada diapasón. Se pueden usar de diferentes maneras.

Estimulan el flujo linfático y de sangre en la zona tratada, acelerando, de esa manera, el proceso curativo. A la vez que promueven una relajación profunda, la eliminación del estrés acumulado y de toxinas en las articulaciones y células del cuerpo.

Frecuencias Binaurales

Son sonidos que producen un estímulo o sincronización del cerebro humano. Cuando se escuchan estos sonidos, el cerebro produce ondas de baja frecuencia en respuesta a la audición de dos tonos de frecuencias ligeramente diferentes que le llegan por separado, a través de cada uno de los oídos con un efecto de sincronización de los hemisferios cerebrales con la escucha de sonidos binaurales.

Por ejemplo, los sonidos binaurales de una diferencia de frecuencia de 1 a 4 Hz causan la aparición de ondas delta que inducen el sueño así como fenómenos de sueño despierto (Davis, 1938). Sin embargo, hay sonidos binaurales que producen ondas Beta, Alfa o Theta produciendo un efecto distinto al cuerpo humano.

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En conclusión, te podemos decir que la Sonoterapia es una excelente opción para lograr un bienestar emocional, físico, espiritual y mental, porque crea estados de consciencia más elevados, libera energías estancadas y negativas, propicia estados de profunda tranquilidad y paz interior.