Relaciones de pareja y el amor a uno mismo 

En una sociedad en la que todo es instantáneo, rápido o desechable pareciera casi imposible encontrar a tu alma gemela, ¿cierto?.

Sabemos que, con el auge de las redes sociales, la interacción entre las personas ha cambiado significativamente al punto que podemos conocer gente alrededor de todo el mundo, lo cual es bastante ¡excitante! Sin embargo, también es una realidad que nuestra intención está principalmente enfocada en compartir “cierto estilo de vida”, por lo que es fácil perderse en mostrarnos de una manera poco auténtica

Y para generar más ansiedad, también estamos expuestos a tantas aplicaciones para conocer gente en línea. Entiendo que da igual donde conozcamos a esa persona especial, al final “Todos los caminos llevan a Roma” pero ¿Quieres ir realmente a Roma?, es decir, ¿estás listo para abrir tu corazón y tomar ese riesgo? Si tu respuesta es sí, porque eres de las personas que todavía cree en el amor verdadero, no al estilo Disney, entonces este artículo es para ti.

¿Qué es el amor propio?

Puede que suene a frase cliché, pero te has detenido a pensar que tan cierto es que el amor empieza con uno mismo.

Desde pequeños nos damos cuenta que la aprobación de nuestros padres es indispensable para nuestra supervivencia y ser parte del clan (encajar). Y así van pasando los años, acostumbrados a complacer a los demás, perdiendo la cabeza al olvidar quienes realmente somos y que necesitamos.

¡Ojo! No estoy diciendo que es culpa de nuestros padres formarnos de cierta manera con base en sus creencias, sino más bien que nuestro instinto de protección que es parte de nuestra naturaleza humana nos empuja a no separarnos de la manada para evitar ser vulnerables. Entonces, sería como suicidio ir en contra de las reglas, educación y valores que recibes en tu familia, o bien, ganarte la etiqueta de la oveja negra. Y ¿qué tal si tu verdadero yo, quiere salir del closet?

Este es el punto de partida, dejar toda máscara o fachada que usamos todos los días y seguramente ni lo sabemos, para darnos la oportunidad de explorar quienes realmente somos. Pocas personas reprimen su verdadera esencia y se muestran como son, porque se aceptan y le dan poca importancia la opinión de los demás.

Todo ser humano, sin excepción alguna es un estuche de monerías, pero también un baúl viejo de miedos, ira, decepciones, frustraciones, etc. Lo importante, es aceptar quienes somos con virtudes y defectos, no te pierdas tratando de ser perfecto (a), ni te enfoques solo en la parte superficial que esta a la vista de los demás.

Inicia ese viaje de autoconocimiento, aprender a estar solo te ayuda a vivir experiencias que te hacen sentir alegría, entusiasmo o simplemente son interesantes, sin estar sujeto a los deseos o necesidades de los demás.

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¿Cómo atraer el amor a mi vida?

En realidad, no existe una receta secreta con ingredientes específicos para encontrar a tu alma gemela. Me parece que mostrarnos tal cual somos, nos acerca con la gente que congenia más con nosotros, y seguro sobre el camino desaparecerán personas que antes considerabas importantes en tu vida, pero lo gratificante es estar cerca de gente que te acepta como eres, te impulsa a ser mejor y a desarrollarte personalmente.

Fingir ser alguien que no eres, solo por encajar o sentirte aceptado es un camino sin salida. Recuerda que esas cualidades tan particulares que todos tenemos, es lo que nos hace únicos sin ser superiores a los demás, sólo diferentes.

Entonces si te has dado la oportunidad, o has tomado el reto de conocerte mejor antes de iniciar una relación con alguien, podrás tener más claro el tipo de persona que te interesa atraer. Y aquí se pone nuevamente a prueba el juego de las máscaras, las características de esa persona no estarán definidas para cumplir las expectativas de una sociedad superficial y exigente, por no decir, narcisista.

El ego tiene un papel relevante en este punto, porque debes confrontarte para saber ¿Cuál es tu verdadera intención de tener una pareja? Es aquí donde existen mil y un argumentos que pueden ser válidos, sin embargo, tenemos la vieja creencia que esa persona especial nos hará sentir completos, vivos o extraordinarios.

Si te dieran una varita mágica y en este momento apareciera el “amor de tu vida”, ¿Cuál sería tu aportación significativa en la relación?, ¿Estás dispuesta a dar aquello que quieres recibir de la otra persona?, ¿Qué tanto amor hay dentro de ti para compartirlo con alguien más? o ¿Qué tantas expectativas tendrías sobre esa persona?

Un corazón abierto está listo para dar y recibir amor sabiendo que es arriesgar sin garantía, pero también que es una gran oportunidad de aprender a ser una mejor persona, por ejemplo, desarrollar más empatía o saber poner sanos límites en tu relación.

¿Cómo saber si es el amor de mi vida?

Tal vez la mayoría ya hemos experimentado nuestro primer amor, imaginando que sería esa persona con la que queríamos pasar toda nuestra vida. Sin embargo, ¿recuerdas que no hay garantías en el amor? seguramente también ya has sobrevivido a tu primera ruptura o estás en ese proceso.

Un corazón abierto, no está pensando en encontrar a alguien similar a nuestra expareja, ni buscar algo totalmente opuesto, ni llenar carencias o utilizar a las personas. Esos momentos de soledad, nos ayudan a despejar nuestra mente para descubrir verdaderamente que es lo que para nosotros es importante.

Recuerda que tú también vas a aportar en la relación, así que lo ideal es que seas congruente en lo que estás buscando, porque es lo mismo que tú estás dispuesto a dar en la relación, como es el caso de darle libertad a tu pareja y que tenga su propio espacio para salir con sus amigos.

En este planeta hay posibilidades inmensas de conocer a alguien, y más ahora que la tecnología nos ha brindado bastantes aplicaciones para hacerlo, pero por favor evita caer en este tipo de pensamientos (todos son iguales, nadie busca algo serio, no tengo tiempo para tener pareja, tener pareja es super complicado, prefiero estar solo (a) que mal acompañada (a), etc.)

No hay una sola persona “perfecta” para ti, hay muchísimas si es que abres tu corazón y mente a ese abanico de colores, haz a un lado tu ego y vibra con la confianza que mereces el amor de una pareja.

Solo tu corazón te dirá si es el “amor de tu vida” porque aun cuando estés en pareja, sigues disfrutando de tu soledad (a), porque ambos aprenden en la relación para ser mejores personas, porque ninguno condiciona su amor ni manipula sus emociones a beneficio individual, porque se respetan mutuamente, porque hay confianza de hablar de errores, miedos, sueños, proyectos, etc.

¿Qué buscar en una pareja?

Te invito a que escribas una carta para ti, describiendo en primer lugar aquellas cualidades que admiras en ti y, en segundo lugar, aquellas debilidades o defectos que te inquieta reconocer. Al final, debes dedicar un breve espacio para decirte porque mereces tener a tu lado al “amor de tu vida”. Ahora con relación a lo que buscas en una pareja, escribe aquellas cualidades que debe tener y que defectos no son negociables, para evitar atraer parejas y repetir patrones inconscientes en ti.

¿Has escuchado hablar de la Ley del Espejo? En resumen, explica que admiramos en los demás aquello que pensamos no tenemos o carecemos, o bien, rechazamos defectos o debilidades que no reconocemos en nosotros mismos (aspectos negados). Puede que este ejercicio de honestidad nos cueste trabajo al principio, sin embargo, nos servirá para darnos cuenta como vemos la vida (prejuicios, creencias limitantes, miedos, represión de emociones, etc.)

Todos tenemos una falsa identidad o personalidad construida en base a nuestra infancia, educación o experiencias vividas, son las famosas máscaras o disfraces con los que atraemos a tantos “personajes” en nuestras relaciones que luego ni queremos recordar.

Si no estamos decididos a dejar esa falsa identidad o personalidad, el dar y recibir amor puede convertirse en una batalla interior porque nos sentimos vulnerables “totalmente expuestos al peligro” de no ser aceptados tal cual somos con miedo a ser rechazados.

Para buscar una pareja, debemos dejar a un lado las ilusiones y aceptar la realidad de que no hay seres humanos perfectos, todos tenemos un bagaje emocional cargando de manera inconsciente y que nos hace proyectarnos en los demás, familia, amigos, pareja, etc. Tener un corazón abierto, liberando ciertas creencias y miedos puede ayudarnos a vivir nuevas experiencias.

¿Porqué se acaba el amor en las parejas? 

Jorge Bucay y Silvia Salinas autores del libro Amarse con los ojos abiertos dicen que “Toda relación que no favorezca la expansión del Yo, que impida el crecimiento, aun cuando sea estable y/o aparentemente gratificadora, encierra el germen de su propia destrucción”.

Todos somos diferentes, eso nos da la posibilidad de aprender no tan solo de lo bueno de las personas, sino también de su lado obscuro (recuerda La Ley del Espejo). Por lo que, cuando una persona está sola puede pensar que es de lo mejor y si comienza una relación, entonces se sorprenderá que sale lo peor de él, como los celos, la competencia, la lucha de poder, las ganas de controlar, la poca empatía, etc.

En un principio al estar en pareja, el enamoramiento nos hace evadir o creer que hay cosas que no tienen importancia, con el paso del tiempo cuando la convivencia va aumentando puede caerse en la rutina porque ya no existe esa necesidad de complacer al otro, o de ponerse creativo para sorprenderlo.

Además, aquellas cosas que en principio eran atractivas, puede que después se vuelvan irritantes. Es doloroso dejar de lado la pareja ideal, la pasión permanente y recordar que las expectativas en la pareja crea una brecha que con el tiempo puede provocar la separación.

Aceptar que la relación se inició con una ilusión y tener claro que no hay perfección aun cuando reconozcamos muchas cualidades en nuestra pareja, es responsabilidad de cada uno. Esto nos ayudará a ir evaluando nuestros verdaderos sentimientos hacia la otra persona, partiendo de una realidad.

Toda relación sea breve o larga, nos da la oportunidad para desarrollar ciertos aspectos negados y conocernos aún mejor a través del espejo de nuestra pareja.

Relaciones tóxicas o codependientes

Las relaciones tóxicas ocurren cuando la interacción entre la pareja provoca situaciones poco positivas o beneficiosas para ambos. Y en esos casos será mejor terminarla aun cuando no sea por mutuo acuerdo.

Extrañamente, a menudo elegimos permanecer en un ambiente o una relación que es tóxica para nosotros, aunque pueda traer un drama y un trauma no deseado. A veces elegimos quedarnos porque parece que se puede arreglar, sentimos que podemos mejorar la persona o la situación o que, tal vez, nosotros somos el problema.

Si eres un eterno optimista, esto complica muchísimo la osada decisión de terminar la relación. Es obvio que todos te dicen que más vale intentarlo que desertar, pero los únicos perjudicados somos nosotros mismos y por más que nos esforcemos para cambiar a alguien, no es la opción.

Recuerda que, si atraes a este tipo de personas tóxicas, es porque tienes que aprender algo de ti mismo que estás proyectando en los demás. Date la oportunidad de observar la dinámica en tu familia, porque cuando somos niños aprendemos de los mayores sin filtro alguno.

Y ¡por favor!, no trates de justificarte pensando que es culpa de tus padres porque si bien es cierto que, las experiencias forman nuestra manera de ver la vida, también lo es que nadie más que uno mismo tiene la responsabilidad como adulto de romper patrones y sanar nuestras heridas.

Nuestras creencias limitantes, perpetuán nuestros conflictos y buscamos sentirnos culpables o culpar a los demás, cuando en realidad cada quien tiene la libertad de tomar decisiones más amorosas para su bienestar físico, emocional, mental y espiritual.

Gracias por leerme, al igual que tu soy una valiente que sigue creyendo en el amor verdadero, confiando que empieza en uno mismo para compartirlo con tus amigos, familia y esa persona especial. Me gustaría terminar con esta frase de Pablo Neruda:

«Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños»